El PR-BI 179 nos lleva de Bermeo a Bakio pasando por el Burgoa y San Juan de Gaztelugatxe

Amiguísimos: hoy nos apetece un completo. Nos referimos a unas de esas rutas capaces de aunar montaña, playa e, incluso, religiosidad en una misma pateada. Siguiendo la leyenda de San Juan y sus tres pasos, hoy nos lanzamos a recorrer el PR-BI 179, que une Bermeo y Bakio.

Como siempre, lo primero es llegar a Bermeo. Si sales de Bilbao, te recomendamos tomar en Moyúa el A-3527 (Bilbao-Mungia-Bermeo por autopista). Fue nuestra opción. Si te viene mejor Abando, quizá te interese el A-3515 (Bilbao-Amorebieta Etxano-Gernika-Bermeo). Como gustes, pero siempre revísalo en Bizkaibus.

Debes saber que la primera parte de esta ruta coincide al milímetro con la mitad de otra pateada previa que ya hicimos. De hecho, compartimos su primer objetivo: el ascenso del Burgoa (452 m).

Para ello, desde el parque de Bermeo en el que nos dejará el autobús, debemos ascender hacia la parte alta de la localidad atravesando su casco antiguo. En caso de duda, pregunta cómo llegar al cementerio o al campo de fútbol de Itxasgane. Pues bien, debes seguir la carretera frente a ambos (Camino Matxitxako) hacia adelante. Por favor, ten prudencia, pues el paso de vehículos es más frecuente de lo deseable.

No te descuides, porque unos 600 metros después deberás tomar un desvío a tu izquierda (coincide con una señal de suelo de 30 kilómetros hora) para, menos de 200 metros después, tomar hacia la derecha una rampa ascendente. En un par de metros, deberemos tomar de nuevo la opción de la derecha, para comenzar un ascenso rodeado de profusa vegetación.

Este sendero pronto nos devolverá a tierra firme, lugar en el que se volveran a abrir dos opciones: nos quedamos con la de la izquierda, la ascendente, para olvidarnos de la carretera. Nuevamente, en 150 metros, nuestra alternativa será la ascendente (derecha).

Ahora ya sí, estamos en el camino correcto al Burgoa. No tiene más misterio que seguir el camino evidente, sin desvíos, siguiendo las señalizaciones existentes. Serán unos 1.300 metros de pateo sombreado que finalizan en un cruce de caminos que dejan bien claro que estamos a sólo 300 metros de nuestro primer objetivo:

Sólo nos queda tomar el camino de la derecha y trepar una abultada cuesta de 70 metros que, con paciencia y cariño (¿?), será pan comido. Sabemos que lo de cariño no te ha convencido. Quizá este vídeo con lo que te espera arriba te sirva de acicate:

Continuamos la ruta. Tendremos que descender por detrás del Burgoa (justo por el lado contrario al de la subida). Comienza así un largo descenso que nos llevará a la carretera que vincula Bakio y Bermeo, justo donde descansa la bonita ermita de San Pelayo. En total, kilómetro y medio pasado y descendente que primero nos hará caminar sobre tierra, luego sobre grava y, por último, sobre cemento.

Llegamos así a la carretera. Según descendemos, deberemos tomar la vía hacia la derecha, bien pegados al arcén de la izquierda. Os pedimos precaución, pues es una vía ciertamente transitada.

Serán apenas 150 metros, cuando nos topemos con el parking. Desde él (restaurante Eneperi) o desde la propia carretera (por una escalera, 20 metros más adelante) parten caminos hasta nuestro segundo objetivo: San Juan de Gaztelugatxe y su ermita. Escojas el acceso que escojas, ten cuidado, pues en ocasiones este descenso es resbaladizo en su primera parte (existe otra opción, asfalto puro, muy cómodo, pero comienza 650 metros más allá y se llega por el peligroso arcén de la misma carretera).

El camino hasta la base del peñón no tiene ningún secreto. Igual que el ascenso para trepar a la ermita: 237 peldaños te separan de ella. Clase de stepper natural, vamos. Arriba recuerda tocar la campana tres veces y pedir un deseo. Se cumple fijo. ¿Acaso aún no ves suficientes razones para subir los escalones?

¡Bajada! Descendemos la enorme «escalera» y retornamos hasta donde iniciamos el camino de descenso a Gaztelugatxe, junto al restaurante Eneperi. Si te fijas, junto a la zona de la cervecera parte un camino de asfalto. Sólo es cuestión de tomarlo y dejarnos llevar, porque nos dejará directamente en Bakio.

La carretera apenas tiene tráfico y en sólo 1.300 metros nos plantará en el que para nosotros es el mejor mirador de Bakio. ¡No mentimos, a las pruebas nos remitimos!

Poco más. Sólo será cuestión de avanzar por la calle principal de Bakio (acera derecha) y toparnos con la parada de Bizkaibus (Bentalde, hacia la mitad de la playa). En ella podremos tomar el A-3518 (Bilbao-Mungia-Bakio por autopista), que nos dejará en Moyúa (Bilbao).

¡Buena pateada!

Ficha de la ruta

Distancia: Poco más de 13 kilómetros, completados en 4 horas y media (con descansos generosos).

Dificultad: La ruta no muestra ninguna dificultad. Si acaso, tendrán problemas quienes aborrezcan las escaleras. Asimismo, salvo en el primer tramo, es una ruta que no tiene mucho arbolado, de modo que en días muy soleados es probable que nos tostemos.

Otros datos: Como no es circular, esta ruta exige utilizar medios de transporte públicos. Y, en concreto, los autobuses de línea. Como las localidades de arranque y fin no son céntricas en Bizkaia, recomendamos encarecidamente que se comprueben los horarios antes de salir de casa en la web de Bizkaibus.

Más información

Fotografías (Facebook): https://www.facebook.com/media/set/?set=a.565765590133741.1073741836.109203329123305&type=3

Track (Wikiloc): http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4953164

Vídeo (Youtube): http://youtu.be/EtOoU8I147o