La razón principal por la que uno decide subir una montaña es la de respirar aire puro, disfrutar de todo lo que nos ofrece la naturaleza y, una vez en la cima, sentirse como Leonardo DiCaprio, el rey del mundo. Pero existe otra razón para regresar: la de superarse a uno mismo. Así, siempre se busca un acceso menos transitado, una montaña más alta o completar las principales cimas de un territorio. Es aquí cuando surgen los Concursos de Montaña.
Probablemente los más conocidos de todos sean el de los Catorce Ochomiles, o el de las Siete Cumbres. A nivel doméstico, tenemos los Techos de España y en el País Vasco el Concurso de los Cien Montes.
Everest (8.848 m). Fuente: Wikimedia Commons.
¿Nadie ha sufrido la envidia de todos aquellos que han podido ascender al techo del mundo?
El Concurso de los Cien Montes tiene su origen en la afición que desde antiguo ha existido en el País Vasco por subir las montañas que nos rodean. Para registrar las ascensiones se fueron colocando los conocidos buzones cimeros, que proliferaron con el éxito del concurso. De esta manera, al hollar cima, el montañero dejaba una tarjeta con los datos de la ascensión en espera de que, posteriormente, otro montañero que hiciera cumbre la recogiese y se la remitiese “dando fe” de que efectivamente el primer montañero había llegado hasta la cima.
La Federación Vasca de Montaña estableció la Hermandad de Centenarios en 1949 y, desde entonces, son muchos los Hermanos Centenarios que han completado el concurso.
El reglamento es bien sencillo: una cumbre al día y máximo de 20 al año. Y las cimas puntuables están recogidas en el Catálogo de Cimas de Euskal Herria de la FVM. Un aliciente más para embotarse, enmochilarse, embastonarse y lanzarse a por la cima.
Por otro lado, recientemente hemos recibido un trackback de un amigo radioaficionado participante del Concurso SOTA (Summits on the Air), un curioso concurso en el que se combina la afición por la montaña y por las ondas herzianas.
Logo del Programa SOTA. Fuente: Wikipedia.
El Programa SOTA es un sistema de premios de radioaficionados y radioescuchas de onda corta que fomenta el uso de sistemas portátiles en las zonas montañosas. SOTA ha sido cuidadosamente diseñado para posibilitar la participación de todo el mundo. ¡Esto no es sólo para montañeros! Hay diplomas para los activadores (los que suben a las cumbres) y cazadores (que, o bien operan desde su casa, una montaña cercana o incluso activadores en otras cumbres).
Este programa es originario de Gran Bretaña y se está expandiendo por todo el mundo. Desde el año pasado está operativo también en España a través de distintas asociaciones.
Vídeo de lo que sería una activación SOTA:
Gracias Julen por tu post.
Ciértamente si te gusta la montaña y la radioafición, es todo un aliciente juntar ambas.
Este domingo pasado, estuve en el Alto de guriezo (Hoyomenor) y aparte de disfrutar el día, habia una propagación excelente y pude hablar con colegas que estaban en Reino Unido, Bélgica, en la banda de VHF que habitualmente es de alcance corto.
Ahora estoy convenciendo a uno de mis corresponsales, que mis condiciones en el monte, eran muy sencillas. Por la fuerza con que nos escuchábamos, no se termina de creer que tenía poquísima potencia…
Además, hablé con otros dos radioaficionados, en Alemania y Escocia, que estaban tambien ellos en otras cumbres pasándolo bien.
Ahora mismo en Bizkaia, habrá sobre los 18 radioaficionados «activando» cumbres… y la treintena de colegas haciendo el diploma desde «abajo». Os puedo decir estas cifras son record de participación en España.
Si cuando váis por el monte nos encontráis en las cumbres, acercaros a preguntar. Por nosotros encantados de explicar lo que hacemos. 🙂