Hoy vamos a intentar emular a la popular canción. Para ello, recorreremos la distancia que separa el pueblo costero de la capital vizcaína lo más pegados posible a la Ría del Nervión. ¡Todo un placer!
Comenzamos. Lo primero, llegar a Santurtzi. Olvidemos el coche. Nosotros decidimos aprovecharnos de Metro Bilbao, cuya extensa red te acerca en un pis-pas. La localidad también tiene conexión con Renfe Cercanías y Bizkaibus, de modo que no hay excusa para no llegar. En cualquier caso, lo idea es pararse lo más cerca posible del Parque Central.
Nuestra parada es Santurtzi – Las Viñas. El primer objetivo es llegar al puerto. Para ello, tan sencillo como preguntar. O bien retroceder al comienzo de la calle (según se sale por el ‘fosterito’, ir hacia nuestra espalda) y girar a la izquierda. Así llegaremos al Parque Central. De él, llegar al puerto es tan sencillo como cruzar las vías.
El paseo, hipertransitado, no presenta ninguna dificultad. Iremos dejando atrás el puerto deportivo, las pistas de atletismo y, a la izquierda, el muelle de Portugalete, que, junto al Puente de Vizcaya (Puente Colgante), Patrimonio de la Humanidad, nos dan la bienvenida a la noble villa jarrillera.
Nuestro paso no se detiene. Siguiendo por la misma orilla, dejaremos atrás al museo de la industria Rialia, un gran desconocido aún. Y así entraremos en Sestao, con sus piscinas a mano derecha y su mastodóntica empresa ACB Arcelor Mittal.
El camino pegado al Nervión se termina de momento. Ahora tenemos que adentrarnos en Sestao. Para ello, al final del paseo tendrás dos alternativas: 1º) Tomar la nueva carretera que asciende de frente hasta la carretera vieja (Txabarri kalea). O 2º) Girar a la derecha, ascender las escaleras y llegar hasta la misma calle (ruta del track). Se accede subiendo de nuevo unas pocas escaleras junto al euskaltegi (escuela de euskera).
Si eliges la segunda opción, camina por la acera. Atravesarás la Plaza de los Tres Concejos y, en pocos metros, te toparás con el famoso Horno Alto 1 de Altos Hornos de Vizcaya, más conocido como ‘Horno María Ángeles’, pendiente aún del cobijo institucional que se merece.
Caminamos por la acera cercana a las viejas (cada vez menos) viviendas. Seguiremos por la misma, a pesar de los pasos de cebra que nos encontremos (500 metros). Patearemos por la destartalada calle de Kaiku, a la que da nombre el club de remo. Y, finalmente, cruzaremos el viejo puente, ya en desuso, que nos ofrece bellas vistas del río Galindo.
Retomando el frescor de la Ría, cruzaremos el paso de peatones sobre el nuevo puente (blanco) y bajaremos la minirampa que da acceso al paseo junto al Nervión. Ya estás en Barakaldo, a pesar de que lo primero con lo que te topes sea el sestaoarra Club de Remo Kaiku.
La zona, repleta de pescadores y jubilados ‘quemadores de glucosa’, no merece menor recomendación que la del disfrute. Te toparás con un espectacular cargadero de mineral, heredado de la compañía Franco-Belga. ¡Súbete a él si te apetece!
Punto de atención: Al final del paseo, vas a cruzar un puente (Calle de Andikollano). A sus pies, la parada de tren de Lutxana. Pues bien, debes cruzarlo y bajar a la carretera (Calle del Obispo Padre Olaetxea) a través del parking descubierto. Irás así en dirección a Burtzeña. Siéntete seguro si pasas frente al Taller Usoa. Toma la acera de la izquierda.
¡Camina (Calle Zumalakarregi)! Unos 700 metros después de dejar el parking, llegaremos al puente sobre el Cadagua (Calle Fray Juan), pero ya en Zorroza (barrio de Bilbao). La idea es caminar de frente, salvando rotondas y semáforos, para en unos 500 metros llegar al final de dicha calle. Allí, a mano izquierda, surge un pequeño y nuevo puente hacia un bidegorri, que te llevará de nuevo al margen de la Ría.
Desde aquí, en kilómetro y medio llegarás al Palacio Euskalduna por pleno bidegorri (si exceptuamos una pequeña parte al final del trazado). ¡Abre bien los ojos, porque lo mejor son las vistas!
Y ya que estamos, ¿por qué no continuamos hasta el Teatro Arriaga? Cruzamos bajo el Puente Euskalduna y… ¡Pa’lante, como los de Alicante!
Misión cumplida: desde Santurce (Santurtzi) a Bilbao, por toda la orilla. Ahora, cogemos el Metro, Cercanías Renfe, Bizkaibus, Bilbobus, Euskotran o Euskotren y a casa a comer, que ya es hora.
Ficha de la ruta
Dificultad: Nula. Todo el recorrido transcurre por terreno asfaltado y sin pendientes reseñables.
Comentarios: La ruta sólo tiene dos posibles puntos de pérdida. El primero, cuando en Sestao debemos irnos hacia el interior del pueblo. Y en Lutxana, estar pendientes del puente que nos bajará a la carretera y nos pondrá en la correcta dirección. Lo demás, pan comido. Además, en cualquier momento podemos tomar un medio de transporte para volver a casa en caso de problemas. No es del todo peatonal, pero casi no se tiene contacto con los vehículos.
Más información
Fotografías (Facebook): https://www.facebook.com/media/set/?set=a.237826979594272.54730.109203329123305&type=3
Track (Wikiloc): http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1990396
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