Subida al Gallarraga entre La Quadra y Sodupe

Salvando un desnivel de casi 900 metros en apenas 7 kilómetros de ascensión, este monte a caballo entre Güeñes (Bizkaia) y Okondo (Álava/Araba) demuestra no obstante ser muy de Bilbao.

Nuestra ruta parte del barrio de La Quadra, en Güeñes. Desde ya te decimos que te olvides de desplazarte en coche, ya que la ruta no es circular. En su defecto, el tren de vía estrecha de la línea Bilbao-Balmaseda puede ser una excelente alternativa. Aunque también podrás acercarte en autobús, aprovechando la parada en el barrio. Eso ya lo dejamos a tu elección.

Bueno, ¿estamos ya en La Quadra? Pues toca empezar a mover las piernas. Lo primero, cruzar el Cadagua por el puente y girar a la izquierda al otro lado del río. Y justo antes de llegar a la iglesia, giramos ahora a la derecha. Un cartel nos marca la dirección de la senda de montaña al Gallarraga (y al GR 123).

Monte Gallarraga, ¡allá vamos!

Monte Gallarraga, ¡allá vamos!

Esta senda tiene una cosa buena y otra menos buena. La buena es que no tiene casi pérdida hasta llegar a la cima. La menos buena es que durante aproximadamente un kilómetro y medio, el camino no hace más que subir y subir. Y aunque la pendiente no es muy pronunciada, al final se nos hará larga. Y así como decíamos, hasta llegar a un punto que prácticamente es el único en el que tendremos que mirar al GPS para ver por dónde continuar.

En una curva en el camino, se nos abre un desvío a la izquierda, descendente. La intuición nos hará continuar hacia la derecha, por el camino que seguíamos. Craso error. Como indica una inscripción en un árbol, por este camino llegaríamos a Aguilatos, que no es adonde queremos ir. En su lugar, tomaremos el desvío de la izquierda, apartándonos del camino y empezando a perder, de manera suave, altura.

¡Atentos al desvío!

¡Atentos al desvío!

Durante un kilómetro aproximadamente combinaremos tramos de descenso suave con tramos llanos, dando descanso a nuestras piernas tras el moderado esfuerzo inicial. Y justo en una curva a izquierdas del camino, cruzando un pequeño arroyo de montaña, comenzaremos de nuevo la tendencia ascendente, más llevadera ahora.

Así caminaremos durante un kilómetro y tres cuartos aproximadamente, tras los cuales tomaremos un desvío a la izquierda, afrontando ya el acceso a la precima de nuestro monte.

La cima del Gallarraga, ¡tan lejos y tan cerca…!

La cima del Gallarraga, ¡tan lejos y tan cerca…!

Tras un breve tramo de unos 400 metros de pendiente un poco más exigente por un camino bastante despejado, pasamos ahora entre unos frondosos cipreses que nos darán algo de sombra con el que compensar un poco el calor del sol de mayo. 350 metros durará la sombra, tras los cuales el camino deja atrás al último ciprés y sale de nuevo a zona despejada.

Justo en este punto giramos de nuevo a la izquierda y accedemos en apenas 150 metros a la precima, en realidad el collado Pagero que separa al Ganekogorta de su hermano pequeño Gallarraga.

El Gallarraga, a priori sencillo, se guarda un as en la manga (el muy pillín).

El Gallarraga, a priori sencillo, se guarda un as en la manga (el muy pillín).

Ya está cerca nuestro objetivo, cuya ascensión no se nos presenta a priori complicada. Conforme nos acercamos a la base de la cima vemos que el acceso no es tan coser y cantar como parecía unos metros atrás. Por un evidente camino vamos subiendo metros hasta llegar a una zona por la que cuelga un cable de acero. Y pronto entendemos la finalidad del cable.

Tranquilos. Si nos cuesta un poco subir este tramo, ya se encarga el monte de echarnos un cable.

Tranquilos. Si nos cuesta un poco subir este tramo, ya se encarga el monte de echarnos un cable.

Algún tramo habrá que nos venga de perlas esta improvisada cuerda para trepar con mayor facilidad por la rocosa pared que da acceso a la cima. Aunque también hay que añadir que en absoluto nos pareció un tramo peligroso, tomando unas mínimas precauciones, claro.

Y en un tris, llegamos a la cima, desde cuyos 901 metros dominamos buena parte de los valles de Gordexola, Nervión y Cadagua.

Y el esfuerzo trajo su recompensa: una vistas de 10.

Y el esfuerzo trajo su recompensa: una vistas de 10.

Tras dar cuenta del bocata cimero, acometemos el descenso. Para ello retrocedemos unos pocos metros tras nuestros pasos y, dejando a nuestra izquierda el acceso por donde hemos subido (y que está marcado con una estaca), seguimos por la senda que se abre bajos nuestros pies. Pronto veremos que este pequeño sendero desciende con gran pendiente por el otro extremo de la montaña.

Aquí deberemos estar bien atentos al piso ya que el terreno es muy árido y lleno de piedrillas sueltas, por lo que si no medimos bien nuestros pasos, corremos peligro de resbalar y darnos una buena culada. Es aquí donde queda patente el buen material. Nosotros (creo que ya os dijimos) las últimas botas las pillamos en Campz.es y de maravilla.

Una vez abajo, un poste direccional del GR 123 nos marca el sentido de nuestra marcha, así como nuestro próximo objetivo: Kiputxeta.

Próximo objetivo a la vista: monte Kiputxeta.

Próximo objetivo a la vista: monte Kiputxeta.

Como bien decía (y damos fé de que no mentía) el letrero, en pocos minutos pasamos por el buzón cimero del Kiputxeta (727 metros), donde nos volvemos a retratar.

Avanzamos por el camino que llevábamos y en un kilómetro aproximadamente omitimos un primer desvío a la derecha para tomar el segundo que nos encontremos, de nuevo marcado con un poste señalizador.

Y ahora, de un tirón, vamos para Sodupe.

Y ahora, de un tirón, vamos para Sodupe.

Por este camino, que no deberemos soltar ya nunca, pasamos por el caserío Sagarminaga primero, y por el barrio de Elubarri después, y en unos 5 kilómetros desde el letrero anterior llegamos a Sodupe, curiosamente a la calle Gallarraga, donde tenemos una marquesina de autobús y, unos metros más adelante, la estación del tren.

Y mientras esperamos al transporte, nos refrescamos con una bebida isotónica. Nos la hemos ganado.

Ficha de la ruta

Distancia: Algo menos de 14 kilómetros.

Tiempo: Unas 5 horas y cuarto, con algún descanso y a paso suave.

Dificultad: El sendero, a grandes rasgos, no es complicado. Pero la pendiente añade dificultad en piernas no habituadas. El acceso a la cima por la parte rocosa también tiene su punto técnico, así como el descenso por la cara opuesta, debido a lo árido del terreno. El resto de tramos son para todos los públicos.

Más información

Fotografías (Facebook)https://www.facebook.com/media/set/?set=a.713106432066322.1073741860.109203329123305&type=1

Ruta (Wikiloc)http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6914581

Vídeo (Youtube)http://youtu.be/ORuERzgbbmo

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