Si eres de los que escupes la frase «Me voy a dar una vuelta” cuando te preguntan a dónde leches marchas con la mochila y el bastón, hoy te proponemos un destino en el que el recorrido es literalmente una vuelta: donde comienza, termina. Sí. Hoy conocemos la zona del Grazal en Sodupe (Güeñes) gracias al PR-BI 105.
Lo dicho: ruta circular. Y corta: apenas 9 kilómetros. Para aterrizar en Sodupe, nuestra mejor opción fue llegar a la estación de Ametzola (Bilbao) de Renfe y allí tomar el FEVE, que nos plantaría en 23 minutos en Güeñes. Otra opción puede ser tomarlo en Zorroza, saliendo de la estación de Renfe. O decantarse por un Bizkaibus, que con frecuencia llega a la localidad encartada.
Sea como fuere, nuestro pateo comienza justo en la estación de tren. Del andén saldremos hacia el puente sobre el Cadagua, que no lo cruzaremos, iremos hacia la calle Iorgi. Debemos recorrer dicha carretera en el mismo sentido, con el río a nuestra mano derecha. Puedes ir tranquilo. No será hasta 600 metros después cuando nos topemos con una señal que nos sumerja en el bosque (calle de Grazal).
En esta primera parte, nuestro caminar discurre a la par que el cauce del arroyo. Lo hacemos (el caminar, digo) bajo una densa cubierta vegetal (sí, si hace calor notarás el fresquete), repleto de robles y castaños de gran porte. En sólo 700 metros llegaremos a un área recreativa, que ocupa el lugar de lo que antiguamente era una cantera y en la que nos toparemos con varios paneles informativos.
El camino vuelve a sumergirnos en terreno arbolado, pero en este caso el caminar se convierte en algo más ‘ameno’, atravesando el riachuelo en varias ocasiones y ascendiendo levemente la loma. ¡Por momentos, parece que afrontamos una cima!
Una vez que crucemos el puente, y tras unos metros de ascenso por un accidentado terreno pedregoso, nos topamos con un camino 100% montañero: el que da acceso a cimas como el Luxar y Eretza, bellas cotas que ya ascendimos hace tiempo y que siempre recomendamos. Este sendero también da la bienvenida al barrio de Lejarza / Lexartza, que entre sus joyas cuenta con la Ermita de San Bartolomé.
Continuamos. Tras un tramo cementado, unos 300 metros después elegiremos el camino de la derecha (ascendente): abandonamos así la comodidad de lo duro para sumergirnos en un pateo de montaña, más propio de nuestras rocosas piernas (bilbainada). Comienza un paseo (literal) de casi 3 kilómetros, que nos ofrecerá excelentes vistas de Güeñes desde las alturas.
Llegamos en un tis-tas al núcleo urbano de Goikuria y sus excelentes viviendas. Siguiendo las indicaciones (que, como habrás comprobado, se muestran en toda la ruta), deberemos continuar hacia la izquierda, por la curiosamente llamada calle de Goikuria :-). En apenas 1 kilómetro, sin pérdida, nos toparemos con la calle Urrestieta, que nos llevará directamente a la estación de FEVE en la que nos apeamos al comienzo de la ruta.
¡Y con esto y un bizcocho, en casa para comer! (la rima también nos la comemos).
Ficha de la ruta
Dificultad: Ninguna. El paseo mezcla el cemento con la grava y la tierra. Terreno poco o nada accidentado, perfecto para cualquiera (pero no para BTT).
Otros consejos: Lleva llena la cantimplora porque hasta Goikuria no hay fuentes. Por otro lado, en ese mismo barrio, puedes desviarte 100 metros (verás señales) y visitar la Parroquia de San Pedro.
Posible continuación: Si ves que la ruta se queda un poco corta, es posible complementarla con una ascensión al Luxar, al Eretza o a ambos (lo último, para piernas muy muy muy trabajadas y de Bilbao). Puedes informarte más aquí.
Más información
Fotografías (Facebook): http://www.facebook.com/media/set/?set=a.409559115754390.85181.109203329123305&type=3
Track (Wikiloc): http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2974253
Ruta de la Federación Vizcaína de Montaña: PDF
Excelente ruta para mañaneros, que no cantamañanas. Muy bien documentada.
Hola Raimundo:
Muchas gracias por tu comentario, nuestra mejor gasolina para seguir escribiendo.
¡Nos vemos por los senderos! 😉
Se agradecen estos contenidos, sigue así. Te seguiré en Wikiloc.
Y como bien dices, nos vemos por los senderos!