Biendealtura.com despide el soleado mes de marzo con una ruta muevepiernas, de las que gustan, de las de comer en casa, que, partiendo de Bermeo, permite conocer las cumbres del famoso Burgoa (452 m) y del menos nombrado Garbola (481 m). ¡Las pinturas nos ayudarán!
La ruta, que principalmente transcurre por el sendero de Gran Recorrido GR 98 (Vuelta a Urdaibai), no es circular, de modo que la mejor opción, como siempre, es el transporte público. En nuestro caso, optamos por acudir hasta Moyúa en metro y, después, tomar el Bizkaibus A 3527 (Bilbao-Mungia-Bermeo por autopista). Como siempre, opciones hay muchas, es cuestión de ir mirando en función de vuestro lugar de residencia.
Sea como fuere, el autobús os dejará en Bermeo frente al puerto, junto al interesante ballenero Aita Guria. Como el casco histórico está repleto de callejuelas, lo más interesante es que entiendas la orientación del camino: una vez atravieses el parque junto al que te dejó el bus, tendrás que dirigirte hacia la parte superior del pueblo. Puedes preguntar a cualquier vecino sobre cómo llegar al campo de fútbol de Itxasgane o al cementerio, ambos contiguos. Hablamos de menos de 500 metros de donde te dejó el autobús, así que es bastante poco probable que te pierdas.
Toda vez frente al cementerio, debes continuar por la carretera (Camino de Matxitxako) lo más pegado posible al arcén (cuidado con algunas curvas). Será medio kilómetro de ‘carreterismo’ hasta que nos topemos con un desvío. Como orientación, éste se producirá una vez pasada una fuente, justo cuando sobre el asfalto se indique una limitación de 30, como se ve en la imagen.
Este desvío nos remite a un tramo mucho más tranquilo de tráfico. Pero cuidado: en sólo 300 metros deberemos tomar otro desvío, esta vez ascendente (fíjate en la pintura).
Notarás que en estos primeros tramos las marcas son tricolores (blanco / rojo / amarillo). Esto es así porque el camino entre Bermeo y el Burgoa comparte recorrido con el PR-BI 179, el GR 123 y el GR 98, que es el que seguimos nosotros.
Primero, un tramo de cemento; después, mucho más verde. En 150 metros de ascensión, un nuevo desvío nos aborda: en este caso, tendremos que tomar el camino de la izquierda. Unos metros después, ya nos decantaremos por el de la derecha. Todo esto parece un jaleo cuando lo lees aquí, pero a pie de campo la cosa es sencillísima gracias a la reciente pintura que guía nuestros pasos.
Comienza, ahora sí, el camino de montaña. Comprobarás que, aunque algo más duro que el de cemento, propone un sendero mucho mejor guiado, con menos dificultades de orientación. De hecho, llegaremos así casi a la cima del Burgoa. No es broma: unos 1.600 metros después de tomar la tierra, nos toparemos con unas señales de dirección que indican que el Burgoa está a sólo 300 metros.
¡Y así es! Esta bonita rampa nos da la bienvenida (pese a la imagen, no es dura, sino de ‘facilidad dispersa’).
Y en la cima nos espera el buzón de rigor, instalado por el Bermeoko Mendizale Taldea, en que dejar la tarjeta de visita. También podemos sentarnos en su extraña formación de piedra, comernos nuestro merecido bocata (y un gintonic bien fresquito también si se tercia) y disfrutar de las vistas, que para algo están.
Nuestro objetivo ahora es el Garbola, de 481 metros. Como ves, tiene más altura que el Burgoa, del que ya hemos descendido, pero aún quedan metros hasta llegar a él, de modo que no notarás rampas duras. De hecho, la ascensión a este monte permite completar la ruta y hacerla perfecta para pasar toda la mañana sin deslomarnos.
Desde las flechas de dirección, 1 kilómetro después parte un desvío del camino principal, a partir del cual comenzarán las rampas más marcadas.
Unos 400 metros después, mucho cuidado: llegarás a la zona más alta de esta pequeña cima. Es una especie de minicampa. Pues bien, el buzón del Garbola está hacia la derecha. A él podrás acceder gracias a un pequeño sendero que en 40 metros te dejarán en nuestro objetivo (con forma extraña, como de faro).
Momento de regresar, pero no lo haremos sobre nuestros pasos. Continuaremos hacia delante, como los de Alicante, volviendo primero a la minicampa de la que antes hablábamos y luego continuando el sendero hasta que lleguemos al minúsculo barrio de Mañu, donde retornamos al GR 98. Mientras, no pierdas la oportunidad de disfrutar de las vistas.
Continuaremos por la carretera (nulo tráfico): a la derecha, las casas; a la izquierda, zona arbolada. Y mientras nos vamos acercando a la parada de autobús, podemos ir disfrutando de las explotaciones del lugar: ganado bravo, caballos, etc.
En apenas 700 metros llegaremos a la parada de autobús del Restaurante Cannon, por donde pasará el mismo autobús, pero dirección Bilbao, que a primera hora nos llevó hasta Bermeo.
Ficha de la ruta
Dificultad: Fácil con buen tiempo.
Otros consejos: La ruta está plagadas de pinturas de GR y PR (Gran Recorrido y Pequeño Recorrido) que facilitan las ascensiones. Además, es muy frecuentada tanto por vecinos como por ciclistas, que en caso de pérdida nos ayudarán gustosamente.
Más información
Fotografías (Facebook): https://www.facebook.com/media/set/?set=a.334173653292937.72702.109203329123305&type=3
Track (Wikiloc): http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2527422
Vídeo (Youtube): http://youtu.be/L-sMf18pNaM
hola, gracias por compartir la ruta. Nosotros la hicimos el año pasado en verano y fue una barbaridad la de telas de araña con inquilina incluida que tuvimos que «superar». Hasta el burgoa sin problemas pero de ahí al garbola fue una pasada.
Mejor hacerla fuera de esa epoca
Saludos
Hola:
Cierto, la zona del Garbola tiende a cerrarse, cosa que no sucede durante la subida al Burgoa. En plena «época arácnida» puede ocurrir lo que cuentas. A nosotros, por ejemplo, eso no nos sucedió. Depende del mes del año en el que subas, intuyo.
¡Un saludo y gracias por comentar!