¡Volvemos a la carretera, mozos/as! En esta ocasión la ruta es para aquellos a los que gusta el senderismo y permanecen la Semana Santa en Bizkaia. Es decir, four cats (cuatro gatos). Y es que el pateo, que comienza en la Casa de Juntas de Avellaneda (Sopuerta), nos lleva a Zalla, y de allí a Balmaseda, donde disfrutar (si queremos) de su famosa Semana Santa.
[Este camino es una continuación del tramo del GR 281 Nos vamos de cross entre Traslaviña y Zalla por el Gran Recorrido de las Encartaciones]
Como la ruta no es circular, el transporte público se convierte en aliado. En nuestro caso, optamos por Cercanías de Renfe hasta Muskiz. Fuera de dicha estación, bajando un poco, hay una marquesina en una especie de isleta en la cual habremos de esperar al autobús A-3334. Consulta sus horarios. Esta nave nos plantará en la parada Avellaneda, a dos metros del Museo de las Encartaciones-Casa de Juntas de Avellaneda, en Sopuerta, que será nuestro punto de partida en esta ruta, que sigue las marcas del GR 281.
El Museo de Las Encartaciones – Casa de Juntas de Avellaneda merece una visita sí o sí.
¡Comenzamos! Una vez visitado el Museo de Las Encartaciones – Casa de Juntas de Avellaneda, cuya entrada es gratuita, debemos tomar un camino que nace frente al edificio, ubicado entre casas al otro lado de la rotonda. Este arranque ya lo conocimos tiempo atrás cuando ascendimos el monte Ubieta. Sin embargo, cuando lleves 100 metros de ascenso, deberás tomar un desvío a la derecha, abandonando el cemento.
¡Hola espeso bosque, adiós blanco cemento!
Comienza así un trecho de poco más de 2 kilómetros. Al principio, densamente arbolado, en el que seguir las señalizaciones se hace fundamental para no terminar en «lugares desconocidos» (vamos, para no perderse). Después, zona verde abierta de interesantes vistas y tranquilidad absoluta. Y después, nuevamente, zona arbolada (aunque menos frondosa que al comienzo), de claro carácter descendente, que nos deja en la carretera del barrio de La llana (Zalla).
Atento porque la jugada se complica. Tienes que recorrer esa carretera recta, unos 600 metros, con la vista puesta en la parte derecha. Llegará un momento en el que la carretera se tuerce hacia esa dirección y desciende levemente. Pues bien, has de tomar esa calle minúscula que baja hacia el parque del Ayuntamiento.
Llegarás a una de las esquinas del recinto verde municipal, a cuyo lado hay una marquesina de Bizkaibus y vehículos aparcados en batería. Todo es tan sencillo como seguir esa acera hacia delante y afrontar así casi un kilometro de camino urbano, siempre junto a la Avenida Lehendakari Agirre y dentro del barrio de Artebizkarra. Aunque pocos metros, en ocasiones deberás andar por el arcén de la carretera. Nada peligroso, tranquilo. Por suerte, la recta de asfalto se termina con el paso de barreras del tren de FEVE, que nos abren las puertas al barrio de La Baluga.
«Al compás del cha-ca-chá, del cha-ca-chá del tren…».
Comienza así una zona mucho más verde y tranquila a la vera del ajetreado río Cadagua. Suelo perfecto. Esta sensación antiestrés se potencia un kilómetro después con el acceso al Parque de Bolumburu. Con suerte y buen tiempo, verás cómo sus mesas y parrillas están a tope, repletas de vecinos que aprovechan para comer, reír y dar unos toques al balón. Todo, mientras sigues un camino al que como habrás comprobado no le falta ni una señal.
¡Pero bueno, cuánta gente en el Parque de Bolumburu de Zalla!
En 1.400 metros llegaremos, otra vez, a asfalto (Barrio de La Herrera). Será la última vez. Tendrás que ir con cuidado por el arcén izquierdo, junto a fábricas, durante poco más de medio kilómetro, momento en el cual tomar un desvío a la derecha (hay dos casas y en el bajo un bar). Todo está señalizado, tranquilo/a, pero os pedimos precaución en la zona (sobre todo en la curva, donde echamos de menos a la niña) 😉
Tras este trecho «incómodo», continuamos nuestro placentero camino, siempre con el Cadagua a nuestra izquierda, sin prisa y sin posibilidad de pérdida. En ocasiones arbolado, en otras despejado, el pateo ofrece una buena oportunidad para charlar y para preguntarse por esas mini presas que abundan junto al río.
Desde que nos desviamos de la carretera serán casi 2 kilómetros hasta plantarnos en las primeras viviendas de Balmaseda (Paseo de La Magdalena). Sólo habremos de recorrer dicha calle (600 metros) y nos toparemos de frente con la monumental Iglesia de San Severino, lugar en el que nacen buena parte de actos religiosos en Semana Santa y en el que ponemos fin a esta ruta.
Camino de la estación de FEVE de Balmaseda. ¡A casita!
Para regresar a casa, podrás tomar el tren de FEVE, cuya estación está en la margen contraria del Cadagua. O bien optar por Bizkaibus y su parada del Campo de las Monjas (está 600 metros más allá, en el mismo sentido de nuestro recorrido).¡Lo dejamos a tu elección!
Ficha de la ruta
Tiempo: No llega a 3 horas.
Dificultad: Nula. En cuanto a terreno y desnivel quizá sea de las rutas más cómodas que hemos realizado. Asimismo, no tiene dificultad en cuanto a orientación. Si nos obligaran a poner peros, quizá la zona de Zalla, que puede ser algo liosa. Y ni eso.
Comentarios: Como verás, hemos asociado la ruta a la Semana Santa de Balmaseda porque nos parece una idea genial vincular senderismo y tradición. Si te interesa, antes de salir consulta los horarios de las procesiones y de los medios de transporte. Si no te llaman «estas cosas», siempre es recomendable disfrutar de un garbeo por la villa encartada y echar un trago (o varios).
Siguiendo el Gran Recorrido: Balmaseda es final de etapa, pero ni mucho menos es final de recorrido. Puedes leer su continuación hasta Traslaviña aquí. Y también tienes el tag GR 281 donde puedes ver todas las rutas relacionadas con el GR.
Más Información
Fotografías (Facebook): https://www.facebook.com/media/set/?set=a.697953483581617.1073741859.109203329123305&type=1
Ruta (Wikiloc): http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6603166
Vídeo (Youtube): http://youtu.be/ikAGx2iwQ1w