Mochila, botas y nos plantamos en una centenaria pero sencilla cima, una buena oportunidad para arrastrar a la montaña a los/as más perezosos/as. ¡Aseguramos vuelta a casa para la hora de comer!
El Gantzabal / Lemoatxa, nuestro objetivo, es una pequeña cima ubicada en la localidad de Lemoa, famosa por su industria del cemento y materiales de construcción. El plan para hoy consiste en llegar al municipio, ascender a la cota y tomar otro camino, más boscoso, para descender a Bedia, localidad contigua, en donde tomar el medio de transporte que nos llevará a casa. Claro, ¿no?
Primer paso: llegar a Lemoa. Nos olvidamos del coche, no es una ruta circular. Nosotros decidimos tomar el metro hasta Bolueta. En la misma estación, nos subimos a un Euskotren hasta Lemoa. Este tramo toma unos 20 minutos, poco más. Hay muchas otras opciones, como Bizkaibus.
Sea como fuere, nosotros comenzamos el camino en la estación de Euskotren (Calle Estaziñoa, con paradas de Bizkaibus). Tendremos que acudir al final de la calle Estación, hacia la rotonda. En ella, tomar la primera a la derecha (N-240, crta. Bilbao-Vitoria), cruzando sobre el río. Continuamos por esa misma acera hasta encontrarnos con una gasolinera (Repsol), momento en el que optaremos por la carretera que sube hacia el barrio de Intzuntza y Bizondo.
¡Nuestro ascenso al Gantzabal / Lemoatxa sigue por la derecha, Carmen!
Sin abandonarla, descubriremos en 250 metros que llegamos a su fin… Pero el final tiene premio: una señal que nos indica la dirección hacia la zona recreativa de la ermita de San Antolín y el Lemoatx. ¡Estamos de suerte!
¡Ya están aquí! (a las cuestas del Gantzabal / Lemoatxa me refiero, claro).
El camino, ascendente, no presenta dificultad alguna. Es de cemento. En breve (120 metros) nos topamos con el camposanto, que abordarmos por la izquierda, para tomar el camino que continúa asfaltado por la derecha. Como ya habrás podido observar, el pateo está ‘protegido’ por cruces. Y es que, efectivamente, es un via crucis.
La mañana va, de momento, de señales. A lo largo del camino, nos toparemos con otra señal: Ermita de San Antolín (San Antolin baseliza). Deberemos entrar en terreno verde, abandonando el asfalto.
Señal de acceso a la Ermita de San Antolín.
En 150 metros, nos toparemos con la ermita, sencilla y de cuidada construcción (su sobriedad es la característica más reseñable), en una explanada. La estampa, bella, deja entrever nuestros próximos objetivos. Fíjate por detrás. ¿Ves el sendero ascendente? Sí, junto a la valla… Es el nuestro, el que nos va a llevar a la cima, donde encontrarás la antena que también ves desde la explanada.
¡Ey, nuestro camino sigue por detrás del centro de culto!
Y así, en apenas 80 metros, llegaremos a la cima del Gantzabal / Lemoatxa. Como verás, una cumbre sobresaturada: una cruz enorme, una ermita semiabandonada repleta de pintadas, una antena (la que antes viste) y una ikurriña. Y, por supuesto, el buzón.
20 metros más abajo del cartel, fíjate en que a mano derecha nace un camino forestal, abandonando el asfalto. Tómalo, porque así iniciarás el descenso a Bedia.
Vas a ver más pinos que en una tienda de muebles.
El camino tiene su «guasa». Dependiendo del momento del año, es posible que te encuentres con trabajos de tala. Seguramente también escucharás algún que otro disparo, pues la zona es frecuentada por cazadores. Además, vas a ver que el sendero es muy transitado: en ocasiones, no se ve ni una brizna de hierba en el suelo. Pero también vas a ver diversos cruces que puede que te lleven a equivocarte de dirección. Tranquilo/a, porque en el peor de los casos terminarías en Usansolo (Galdakao), barrio por el que también pasa nuestro Euskotren de vuelta.
Siempre sigue el mismo sentido de la marcha y no tendrás mayor problema en quitarte de en medio estos más de 1.000 metros de descenso, mínimo al principio, más marcado cuanto más al final.
El sendero te dejará sobre el cemento del barrio de Murtatza y pasaremos frente al camposanto de Bedia. En 100 metros, nos toparemos con la transitada carretera N-240, la misma que dejamos en Lemona. Toma su acera izquierda y camina. Dejarás a mano derecha la preciosa iglesia de Bedia, que data de 1745.
Detalle de la iglesia de San Juan Bautista de Bedia. ¡Nos encantó!
Atento, porque sólo 50 metros después, justo antes de una isleta, tienes que tomar la calle que desciende hacia el barrio de Elexalde. En unos 120 metros, toma de nuevo el desvío hacia la derecha, a la sazón un puente sobre el río, que nos deja a 20 metros del apeadero de Bedia de Euskotren.
Para tu información, el tren hacia Bilbao viene por la vía contraria, la de enfrente, de modo que deberás cruzar las vías antes de que llegue el convoy.
¡Ruta terminada! ¡Y en casa para la hora de comer!
Ficha de la ruta
Dificultad: Más bien poca. Buena señalización, especialmente en la primera parte de la caminata. En la segunda, al ser bosque, es escasa.
Comentarios: El primer tramo, el de ascenso, no presenta ninguna dificultad pues consiste en seguir una pista de cemento perfectamente señalizada. En caso de mal tiempo, abstenerse de realizar la zona de bosque y bajar directa a Lemona por el camino asfaltado de subida.
Más información
Fotografías (Facebook): https://www.facebook.com/media/set/?set=a.261695087207461.60008.109203329123305&type=3
Track (Wikiloc): http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2158005
Vídeo (Youtube): http://www.youtube.com/watch?v=yWOCqgfP3js